El hígado es el principal "filtro" del organismo y desempeña varias funciones esenciales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Constantemente expuesto al exceso de comida, no se salva de las disfunciones que pueden causar numerosos problemas a la salud.
Para reducir su carga de trabajo, puedes, durante la desintoxicación de primavera, adoptar ciertos comportamientos como el consumo de probióticos propuesto por Oxylabhealthcare.
En general, los alimentos procesados se componen de almidón y ciertos azúcares que complican el trabajo del hígado. También se componen de aditivos que pueden tener un impacto en el hígado modificando la inmunidad intestinal y la microbiota. De este modo, facilitan el tránsito de elementos indeseables y tóxicos en la sangre. Por lo tanto, durante la desintoxicación de primavera, se deben excluir los alimentos ultraprocesados y optar por productos primarios que sean frescos para cocinar.
También es el momento ideal para reforzar la microbiota intestinal. Para ello, los probióticos en forma de complementos alimenticios son una excelente solución. Optimizan el tránsito intestinal, refuerzan el sistema inmunitario y combaten los trastornos digestivos.
La presencia de un exceso de azúcar en el organismo es perjudicial para la salud. Aumenta la producción de grasa en el hígado, que recupera y procesa todo lo que no ha sido utilizado por el organismo, y luego lo almacena.
La sacarosa, principal componente del azúcar, está compuesta por una molécula de fructosa y otra de glucosa. En exceso, estos dos componentes impiden que el hígado funcione correctamente. Por tu salud, evita el azúcar y todos los productos con azúcar añadido. Para los productos lácteos se pueden utilizar aceites esenciales comestibles y canela.
Los plaguicidas químicos tienen un impacto nocivo en el organismo en general y en el hígado en particular. Para no dañar tu hígado, elije verduras cultivadas orgánicamente para tu cura de desintoxicación. Lo mismo ocurre con la carne, los huevos y los productos lácteos. Incluso después de tu desintoxicación de primavera, siga consumiendo productos orgánicos.
La fructosa es el principal azúcar de la fruta. Sin embargo, hay que seguir consumiéndola porque aporta vitaminas, fibras, antioxidantes y minerales. Durante la desintoxicación, elije frutas con menos fructosa y limítese a un máximo de dos porciones al día.
Puedes elegir entre dos manzanas, dos plátanos, dos peras o cuatro clementinas. Evita la fruta desecada o utilícela sólo ocasionalmente como sustituto de la fruta fresca. Una porción de fruta desecada equivale a tres ciruelas secas, por ejemplo, o a cuatro dátiles. Deben evitarse los zumos de frutas y las mermeladas.
Los alimentos ricos en almidón con un alto índice glucémico suelen ser fácilmente absorbidos por el organismo. Sin embargo, conducen a la acumulación de grasa, en este caso grasa en el hígado. Además, contienen muchos hidratos de carbono y pueden engordar rápidamente el hígado si se consumen en grandes cantidades.
Por lo tanto, en una cura de desintoxicación, se deben privilegiar los almidones con un índice glucémico bajo. Lo ideal es conformarse con una sola fuente de almidón por comida y, sobre todo, limitarse a una ración máxima de 100 g.
Las bebidas alcohólicas se metabolizan en acetaldehído, una sustancia tóxica y peligrosa para el organismo. Además, aportan al organismo una gran cantidad de azúcar, lo que impide que el hígado funcione correctamente. Durante una desintoxicación, el objetivo debe ser cero alcohol. En cambio, es mejor consumir regularmente café, agua e infusiones.
Contribuye a la depuración del organismo.
Promueve la eliminación urinaria.
Favorece el drenaje.
Apoya la función hepática, la salud del hígado y la bilis; por tanto, ayuda a eliminar las sustancias tóxicas del organismo.
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Además de añadir volumen al plato, las verduras tienen muy pocas calorías. Son ricas en minerales, vitaminas y sobre todo en fibra. Estas últimas se encargan de estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, de eliminar la mayoría de las sustancias tóxicas, pero también de preservar la barrera intestinal y la microbiota.
Las verduras deben consumirse en todas las comidas, ya sea como acompañamiento o como entrante. Se pueden comer cocidas o crudas. Su consumo no debe limitarse a la cura de desintoxicación de primavera.
Los aceites son casi inevitables en cualquier dieta, incluso en la saludable. Por desgracia, no siempre son buenos para el hígado. Asimismo, hay aceites que contienen antioxidantes que desempeñan un papel en la protección de los órganos del cuerpo.
Por tanto, no se trata necesariamente de eliminar el consumo de aceites y otras grasas, sino de dar prioridad a la calidad. Por ejemplo, puedes condimentar tus platos con aceite de colza, de linaza, de semillas de camelina o de oliva. Sin embargo, no hay que superar dos porciones de 10 g al día. En cuanto al pescado, optar por especies pequeñas como las sardinas o la caballa.