Si se compara esta pequeña alga de agua dulce con su pariente la espirulina, su composición es muy diferente en términos de nutrición. Esta superalga merece ser reconocida.
La chlorella es una antigua alga unicelular que vive en agua dulce o salada. Tiene muchos beneficios para la salud debido a su alto contenido en clorofila, un pigmento que le da su color verde oscuro. La chlorella tiene diferentes formas y tamaños, pero suele tener forma circular o esférica.
Aunque hay más de veinte especies de chlorella, la Chlorella vulgaris es la más nutritiva y beneficiosa para la salud. La chlorella se cultivó por primera vez en grandes cantidades en 1890, tras su descubrimiento por el científico holandés Beyerinck. Rápidamente ganó popularidad en la comunidad científica debido a su interesante carácter y a su capacidad de multiplicarse rápidamente.
En los últimos 30 años, la chlorella ha sido utilizada para estudiar la bioquímica por Otto Heinrich Warburg y Melvin Calvin en 1931 y 1961 respectivamente. La chlorella ha sido objeto de estudios durante muchos años, desde 1931.
Ambos estudiaron la chlorella. Durante el siglo XX, dos bioquímicos estudiaron la chlorella, entre otros. Esta última ha sido estudiada desde principios del siglo XX. Se pensó que la chlorella podría utilizarse para reducir el hambre en los países industrializados después de la Segunda Guerra Mundial.
Fue declarada tesoro nacional en Japón. El gobierno japonés apoyó su estudio. La Chlorella puede cultivarse y cosecharse en grandes cantidades de tres maneras diferentes: en estanques abiertos, en reactores cerrados o en fotobiorreactores.
Combate la hipertensión
Según dos estudios clínicos, la ingestión diaria de 10 g de chlorella podría ayudar a reducir la presión arterial en pacientes hipertensos. La chlorella también reduce la aterosclerosis y los riesgos cardiovasculares.
Un efecto depurativo
La chlorella, un alga verde, puede utilizarse para fijarse a los metales pesados (mercurio, plomo, arsénico...) con el fin de eliminarlos de forma natural. Un estudio japonés realizado en 2007 con mujeres embarazadas demostró que la administración de complementos de chlorella provocaba niveles más bajos de toxinas en la leche materna que las pacientes que no recibieron ningún complemento.
Un efecto antioxidante
La chlorella es un alimento muy interesante para combatir el estrés oxidativo y el daño de los radicales libres debido a su alto contenido en clorofila, que es un eficaz antioxidante. El envejecimiento prematuro de las células y muchas enfermedades relacionadas con la edad, como los cánceres, las enfermedades degenerativas y el deterioro cognitivo, están causados por los radicales libres.
Combate la desnutrición y las carencias
La chlorella se recomienda como complemento alimenticio desde 2004 por su extraordinaria densidad nutricional. Gracias a la calidad de sus proteínas, lípidos, ácidos grasos esenciales y numerosas vitaminas y minerales, la chlorella puede ayudarnos a cubrir nuestras necesidades diarias y a compensar posibles carencias.
La dosis de chlorella oscila entre 2 y 5 gramos al día, según el tratamiento. La chlorella puede tomarse en forma de polvo seco o de comprimidos. Antes de cada comida, se recomienda tomarlo con un vaso de agua.
Para evitar efectos secundarios, la chlorella debe tomarse en cantidades limitadas y durante un periodo de tiempo prolongado.
Al inicio del tratamiento, la chlorella puede provocar problemas digestivos temporales en algunas personas, que suelen desaparecer al cabo de unos días. Se recomiendan tratamientos de hasta tres semanas, intercalados con una semana de descanso.
La Chlorella es una fuente excepcional de nutrición, incluso después de ser secada y procesada en polvo. Contiene :
La espirulina, un producto a base de chlorella, es ya una excelente fuente de clorofila. La chlorella contiene casi cuatro veces más clorofila que la espirulina, lo que la convierte en uno de los productos naturales más ricos.
La chlorella es la única planta que contiene el factor de crecimiento de la chlorella (CGF), una sustancia que favorece la regeneración y la reconstrucción de los tejidos. Gracias a este factor, la chlorella puede utilizarse para aumentar la regeneración y reforzar el sistema inmunitario.