Con la llegada del frío y la disminución de las horas de luz solar a finales de otoño y principios de invierno, es frecuente sufrir una carencia de vitaminas. Sin embargo, son esenciales para mantener el cuerpo sano y el sistema inmunitario fuerte. Además, en esta época del año, dado el mayor riesgo de infecciones y enfermedades debidas al frío y a los cambios de temperatura, es necesario aportar vitaminas al organismo en invierno.