Las alergias al polen afectan cada vez a más personas debido a la creciente cantidad de polen en el aire. Entre estornudos e irritación de garganta, las alergias al polen se manifiestan de diversas formas. ¿Cómo se reconoce? ¿De qué tipos de polen se trata? ¿Cómo tratar y prevenir la alergia al polen?
Muchas personas inhalan los granos de polen que hay en el aire. Las personas más sensibles o con predisposición genética a las alergias son las más afectadas. En Italia, aproximadamente 1 de cada 5 niños mayores de 9 años y 1 de cada 3 adultos desarrollan una alergia estacional.
La alergia al polen es una reacción del sistema inmunitario a determinadas proteínas presentes en los granos de polen. También conocida como rinitis alérgica o polinosis, se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada a los granos de polen. Esto se debe a que el sistema inmunitario considera erróneamente que los granos de polen son agentes nocivos que deben ser eliminados. Los leucocitos o glóbulos blancos realizan entonces esta eliminación de forma desproporcionada.
El riesgo de alergia al polen está presente todo el año. Los casos de alergia varían en función del tipo de polen, pero también de la situación geográfica. Sin embargo, el número de alergias aumenta especialmente en primavera y verano.
Esto se debe a que los árboles comienzan a producir elementos reproductivos a finales del invierno. Más adelante, en primavera, las alergias están causadas principalmente por el polen de las gramíneas. En otoño, los pólenes de gramíneas son la causa más común de alergias.
Es posible desarrollar una alergia al polen de árboles como :
Lo mismo cabe decir de gramíneas como el pasto azul, el fleo y la festuca. En caso de alergia, lo mejor es mantenerse alejado del olivo, la alhelí, el aliso y el avellano. La alergia puede desarrollarse a partir de un solo tipo de polen e incluso entonces varía en función de la sensibilidad individual. Para saber exactamente a qué tipo de polen se es hipersensible, hay que consultar a un alergólogo.
La respuesta alérgica del sistema inmunitario al polen se manifiesta con síntomas como estornudos. El polen entra en contacto con las vías respiratorias e irrita las mucosas de la nariz, provocando rinitis. Esta rinitis alérgica también se manifiesta con goteo nasal, irritación de garganta y pérdida de olfato.
También es posible desarrollar conjuntivitis si el polen entra en contacto con los ojos. Esta afección, que suele acompañar a la rinitis, puede reconocerse por :
Además, la histamina segregada durante la alergia puede alterar la calidad del sueño y provocar un cansancio constante.
Aunque los síntomas de una alergia al polen son inofensivos, pueden resultar molestos en la vida cotidiana. Además, los síntomas pueden ser más o menos graves según la sensibilidad de la persona o la cantidad de polen inhalada.
En casos extremos, puede producirse hinchazón de garganta y dificultades respiratorias. Esto es frecuente en personas que ya tienen un sistema respiratorio frágil, como los asmáticos.
¿Sientes síntomas de alergia al polen? Se pueden aliviar con una solución salina o un spray nasal. También se puede recurrir a remedios naturales, a plantas con propiedades antialérgicas como el estragón.
Las tisanas con hojas de sombrerera y menta piperita también ayudan a aliviar los síntomas. Utilizar la ortiga para el goteo nasal, el tomillo para aliviar la congestión y la lavanda para reducir los estornudos.
También conviene incluir en la dieta frutas y verduras ricas en vitamina C. Entre ellas están la cebolla, el perejil, los cítricos y el ajo.
Para acabar definitivamente con una alergia estacional, la mejor solución es la desensibilización. Consiste en exponerse regularmente a pequeñas cantidades del alérgeno. El objetivo es hacer creer al organismo que es inofensivo, pero esto puede llevar años. También es posible reducir la magnitud de la reacción alérgica con un antihistamínico o derivados de la cortisona hasta que desaparezcan los síntomas.
Sin embargo, es posible combatir eficazmente una alergia actuando sobre el sistema inmunitario. Eligiendo los complementos alimenticios adecuados, es posible reforzar el sistema inmunitario y restablecer su funcionamiento normal. Hay que remediar cualquier carencia de vitamina D y vitamina C, que son esenciales para reforzar las capacidades del organismo.
Por este motivo, lo mejor es elegir un complemento alimenticio como Oxylab Inmunidad, una fórmula con ingredientes activos cuidadosamente seleccionados. Contiene extractos de andrographis y equinácea, plantas que favorecen las defensas del organismo.
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Hemos añadido folato y minerales como el zinc para reforzar el sistema inmunitario. Al igual que este producto, nuestros complementos alimenticios están diseñados para reforzar el sistema inmunitario, reducir el impacto de los alérgenos y prevenir las alergias.
La forma más fácil de evitar una alergia estacional al polen es mantenerse alejado de los lugares con altas concentraciones de polen. No dudes en consultar los boletines emitidos por la Red Española de Aerobiología (REA) para conocer, en tiempo real, la evolución del polen en el aire.
No olvides ventilar tu casa por la noche, cuando los granos de polen son menos numerosos. Controla tus actividades al aire libre y redúcelas si es posible. Evitar pasear por prados, parques y jardines. Mantener las ventanas cerradas, en casa, en la oficina y también en el coche.
Secar la ropa dentro de casa y lavarse el pelo después de la exposición al polen. Para protegerse los ojos al aire libre, lo mejor son las gafas de sol. Además, para limitar al máximo el contacto con los alérgenos, limpiar regularmente la casa de cualquier tipo de gramíneas.
Las alergias al polen pueden ser difíciles de soportar. Para acabar con estas alergias, es necesario restablecer el funcionamiento normal del sistema humanitario y adoptar buenos hábitos.
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