Comer sano y equilibrado en la oficina no siempre es fácil. En una carrera sin fin contra el tiempo, tendemos a elegir comida fast-food de consumo rápido. Por desgracia, la mayoría de estas comidas son demasiado ricas en grasa, azúcar o sal y no contienen los nutrientes necesarios para una buena salud. ¿Qué se puede hacer? Oxylab te da todos los consejos que necesitas para comer sano incluso cuando estás en la oficina.
Para comer de forma sana y equilibrada en la oficina, es importante controlar la composición del plato y adoptar buenos hábitos.
Incorporar proteínas a sus hábitos alimentarios
Las proteínas están formadas por aminoácidos esenciales para el funcionamiento del organismo. A diferencia de las grasas y los hidratos de carbono, el organismo no es capaz de almacenar proteínas. Por este motivo, es necesario consumir proteínas todos los días. Según un estudio, los carbohidratos tienden a cansar el cuerpo, a diferencia de las proteínas, que lo mantienen en alerta.
Para tener energía durante el resto del día, es esencial consumir una buena ración de proteínas a la hora de comer. Estas sustancias se encuentran en la carne, los huevos, el pescado, las legumbres (lentejas, garbanzos) y algunos cereales.
Para obtener una cantidad suficiente de estos macronutrientes, también se puede tomar un complemento alimenticio proteico para mantenerse en forma. En combinación con una buena dieta, tomar complementos proteicos es una solución muy práctica y eficaz, sobre todo si estás acostumbrado a realizar actividad física durante tu pausa.
Elegir bebidas de calidad
El agua es esencial para que el organismo funcione correctamente. Para mantenerte sano incluso en la oficina, bebe al menos 1,5-2 litros al día. Si esto te parece imposible, puedes alternarlo con tisanas o infusiones de jengibre, limón o menta. Evita tomar bebidas azucaradas y alcohol durante las pausas. Estos pueden alterar los niveles de azúcar en sangre y la digestión.
Evitar en la medida de lo posible los alimentos ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados tienen pocos nutrientes esenciales y muchas calorías. El consumo de estos alimentos puede causar graves problemas de salud. Aumenta el riesgo de sufrir ciertas enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Estos alimentos, ricos en ácidos grasos, contribuyen a la pesadez y malestar general del organismo. El proceso de digestión en el organismo es lento y puede provocar cansancio o somnolencia.
Según el Observatorio de la Alimentación, entre los alimentos ultraprocesados figuran: snack e aperitivos salados, patatas fritas, pizzas congeladas, sopas instantáneas, salchichas, etc. Para comer sano en el trabajo, basta con evitar los fast food y los productos ultraprocesados de consumo rápido y fácil.
Optar por una comida rica en cereales integrales, fruta fresca y verduras
El cerebro está sometido a mucha presión durante la jornada laboral. Para ayudarle a hacer frente a esta situación, es importante consumir alimentos que aporten energía al organismo. Puedes recargarte de energía incluyendo cereales integrales, fruta y verdura en tus comidas.
El índice glucémico de los cereales blancos hace que los niveles de azúcar en sangre suban y bajen bruscamente. Como resultado, uno se siente cansado y tiene unas ganas irresistibles de picar algo poco después de comer. Por el contrario, los cereales integrales, las legumbres y las verduras son capaces de liberar lentamente en el organismo el azúcar que contienen. De este modo se obtiene energía durante más tiempo. Sin embargo, hay que evitar comer grandes cantidades de productos integrales. Hay que encontrar un equilibrio entre proteínas y verduras.
Desbordados por el trabajo, algunos optan por picar delante de la computadora sin tomarse un descanso adecuado. Es un hábito que debe evitarse si se quiere llevar un estilo de vida saludable. Deja las pantallas a un lado y tómate una merecida pausa. Aunque tengas mucho trabajo, concédete una pausa y dedica tiempo a ti mismo. Una vez en la mesa, sólo tienes que elegir el plato que más te guste y tomarte tu tiempo para disfrutarlo. Mastica despacio y evita mirar el teléfono móvil. Esto te ayudará a digerir mejor la comida y a sentirte saciado durante más tiempo.
¿Quieres comer más sano en la oficina? Prepara la comida el día anterior, por ejemplo. Si hay microondas en la oficina, basta con calentar la comida. Si no, puedes comprar un recipiente térmico para comidas calientes o preparar platos fríos. Según tus preferencias, puedes optar por platos como tartas, pizzas, gratinados, cuscús, lasaña, pasteles salados, ensaladas, etc.
También es posible preparar platos a base de verduras, proteínas animales y cereales, como pasta, arroz o ensalada de quinoa. Estos platos pueden enriquecerse con pollo, salmón, lentejas, garbanzos, etc.
A la hora de comer, se puede añadir una salsa preparada previamente. Dependiendo de lo que te apetezca, puedes elegir un bocadillo casero con pan integral, galletas de arroz o tortillas. Si no tienes tiempo para prepararte la comida en casa, aquí tienes algunos hábitos que puedes adoptar para comer sano:
Tanto si optas por la comida casera como por la del restaurante, elige alimentos biológicos, con poca grasa y azúcar. Para cargarte de energía cada día, puedes añadir un complemento alimenticio a tu alimentación. A base de vitaminas (C, B, etc.), proteínas, magnesio y plantas, pueden estimular el organismo aportándole la energía que necesita para funcionar correctamente.