FALTA DE ENERGÍA, ¿Y SI SE TRATA DE UNA CARENCIA DE HIERRO?

El hierro es un mineral que desempeña varias funciones vitales para el buen funcionamiento del organismo. Una carencia de hierro puede manifestarse como cansancio persistente, falta de energía, dolores de cabeza o disnea. ¿Te sientes muy cansado desde hace un tiempo, sin energía? Es posible que tu organismo necesite hierro. Oxylab te revela todo lo que necesitas saber sobre la carencia de hierro y la falta de energía.

El hierro es uno de los principales componentes de la hemoglobina. Su función principal es transportar oxígeno (O2) desde los pulmones a las células y otros órganos del cuerpo. En otras palabras, en ausencia de hierro, los glóbulos rojos se encogen, pierden parte de su color y ya no pueden oxigenar los órganos correctamente.

El hierro también interviene en el mecanismo que permite a las células producir energía. Es esencial para las células humanas, que necesitan su ayuda para convertir la energía de los alimentos en trifosfato de adenosina (ATP). El ATP es la principal fuente de energía del organismo. En caso de carencia de hierro, se produce una disminución de la producción de ATP. Por eso, una persona con carencia de hierro suele ser propensa a la sensación de cansancio y fatiga.

Mantener un buen nivel de este componente en el organismo contribuye a una función cognitiva normal. Esto incluye funciones cerebrales como la concentración, la resolución de problemas y la memoria. El hierro también está presente en la composición de determinadas enzimas que estimulan la producción de ciertos neurotransmisores como la dopamina y la adrenalina.

Este oligoelemento también fortalece el organismo y refuerza el sistema inmunitario. Participa en la síntesis de la mioglobina y del ADN. La mioglobina se encarga de almacenar oxígeno en los músculos. El oxígeno se libera entonces durante la actividad física intensa.

La carencia de hierro en el organismo puede ser provocada por diversas causas. Una de las principales causas es un aporte insuficiente de hierro. Es más frecuente en personas que siguen una dieta inadecuada y en vegetarianos. La carencia de hierro también puede deberse a la pérdida de sangre y, en raras ocasiones, a una absorción insuficiente de este mineral por el aparato digestivo.

Una de las principales consecuencias de la carencia de hierro es la anemia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 50% de los casos de anemia se deben a una carencia de hierro. Se manifiesta por una disminución significativa del nivel de hemoglobina en la sangre. Si no se trata rápidamente, puede provocar la muerte celular durante la isquemia. Los órganos y tejidos del cuerpo pueden quedar completamente privados de oxígeno y sangre.

La falta de este oligoelemento en el organismo puede tener las siguientes consecuencias :

• debilidad física (fatiga, dificultad para respirar tras un pequeño esfuerzo, mareos, etc.)
• sensibilidad al frío,
• dificultades de aprendizaje y concentración,
• problemas cardíacos,
• retraso del crecimiento.

La carencia de hierro también se manifiesta con dolores de cabeza, palidez o palpitaciones.

La carencia de hierro afecta a alrededor del 40% de las mujeres de entre 18 y 49 años en todo el mundo. En España, la carencia de hierro afecta a casi el 20% de la población femenina. Este fenómeno es frecuente en las mujeres debido a la menstruación. Durante la menstruación, la pérdida abundante de sangre puede causar anemia por carencia de hierro. Puede manifestarse con pérdida de apetito o disnea. Durante este periodo, muchas personas asocian erróneamente estos síntomas con el estrés o las ocupaciones cotidianas.

El embarazo también es una causa frecuente de carencia de hierro en las mujeres. Según la OMS, alrededor del 38% de las mujeres embarazadas de todo el mundo padecen anemia. Esto se debe a que las necesidades de hierro de la futura madre son mayores durante el embarazo. La ingesta habitual de este oligoelemento resulta insuficiente durante este periodo, lo que puede provocar anemia en las mujeres embarazadas. Esta afección puede provocar un parto prematuro o aumentar el riesgo de muerte fetal. El recién nacido también puede tener un peso inferior al normal en el momento del parto. La carencia de hierro en las mujeres embarazadas provoca una disminución del nivel de hemoglobina en la sangre. Esto provoca dificultades para mantener el flujo sanguíneo hacia el bebé y alrededor del útero.

Para evitar la carencia de hierro, es esencial una alimentación rica en este mineral. Tomar un complemento alimenticio a base de este oligoelemento también es una buena forma de garantizar una ingesta suficiente de hierro.

¿Qué alimentos debo comer para obtener suficiente hierro?

Para favorecer la absorción de este mineral, se pueden consumir determinados alimentos ricos en hierro.

Estos son algunos alimentos ricos en hierro:

• tomillo deshidratado (124 mg por 100 g),
• espirulina en polvo (28,5 mg por 100 g),
• morcilla (22,8 mg por 100 g),
• chocolate negro (22,5 mg por 100 g),
• carne de pichón asado (20 mg por 100 g),
• salvado de arroz (18,5 mg por 100 mg),
• hígado de cordero (14 mg por 100 mg).

Las alubias blancas, la semilla de lino, la cúrcuma, las algas, el hígado de pato y la albahaca seca también son alimentos ricos en hierro.

El complemento alimenticio a base de hierro para estimular el organismo

Por desgracia, la alimentación puede ser insuficiente para cubrir las necesidades diarias de hierro de una persona. Esto es especialmente cierto para las personas con grandes pérdidas de sangre, las mujeres embarazadas y las que siguen una dieta pobre en hierro.

Tomar un complemento de hierro es una forma eficaz de satisfacer las necesidades de hierro del organismo. Sin embargo, no todas las formas de hierro son totalmente asimilables y tolerables por el aparato digestivo. Por ello, se recomienda privilegiar el bisglicinato de hierro, que garantiza una mejor asimilación y ofrece una tolerancia digestiva óptima.

Oxylab te propone sus complementos alimenticios de bisglicinato de hierro. Sin conservantes, sin OGM y sin nanopartículas, nuestros complementos alimenticios, combinados con una dieta adecuada, estimulan y vigorizan el organismo. Para una mayor eficacia, el hierro puede combinarse con un complejo de vitaminas B y C. Esto ayuda a combatir eficazmente la fatiga.

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